miércoles, 24 de noviembre de 2010

Nuevas claves en el conflicto del Sáhara Occidental

El escenario más previsible de la crisis del Sáhara Occidental es una prolongación de la situación actual, ni de guerra ni de paz. Teóricamente, semejante contexto favorece al actor mejor posicionado y a su política de hechos consumados sobre el terreno: la apuesta marroquí por una estrategia dilatoria parte de la convicción de que el paso del tiempo erosiona más contundentemente al actor más débil que al más fuerte. No obstante, cabe advertir cierta debilidad en la estrategia marroquí. Ante la ausencia de expectativas creíbles para liberarse de la ocupación marroquí, se observa un desplazamiento del epicentro del movimiento de resistencia saharaui desde el exilio hacia el interior, con una evidente renovación generacional. Sin olvidar, por último, la creciente implicación de la sociedad civil española y transnacional; y que la información juega un papel crucial ante una sociedad internacional de Estados que se muestra indiferente a la tragedia saharaui. Por José Abu-Tarbush.


El asalto y desmantelamiento del campamento Gdeim Izik, símbolo de un original movimiento de protesta y resistencia civil saharaui escenificado en las afueras del El Aaiún, ha puesto nuevamente de relieve la persistencia de este conflicto.

Su irresolución se prolonga desde hace unas cuatro décadas, cuando España acometió una pésima descolonización del territorio a mediados de los años setenta.

Desde entonces la lucha por el control exclusivo del territorio del Sáhara occidental entre Marruecos y el Frente Polisario no ha cesado, adquiriendo nuevas manifestaciones en medio de un cambiante escenario geopolítico y geoeconómico regional e internacional.

Orígenes del conflicto: una pésima descolonización

La colonización española del Sáhara occidental comenzó a finales del siglo XIX, cuando las potencias europeas se repartieron el continente africano en la Conferencia de Berlín de 1885, en un intento de gestionar sus rivalidades expansionistas. España era entonces una potencia colonial venida a menos, con un claro declive de su otrora influencia externa; y, en consecuencia, se conformó con un territorio periférico e inhóspito en el noroeste africano, cercano al archipiélago canario.

Desarrollo del conflicto y perspectivas de resolución

Tras la retirada española en febrero de 1976, el Frente Polisario proclama la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). A su vez, los ejércitos marroquí y mauritano se adentran en el territorio saharaui, donde se encuentran con la resistencia de la guerrilla del Polisario. La primera víctima que se cobra la agresión es el desplazamiento forzado de una buena parte de la población saharaui hacia los campos de refugiados de Tinduf en Argelia. Los enfrentamientos tienen un desigual y variable resultado.

En un primer momento, el Polisario consigue neutralizar a Mauritania, que se retira de la contienda y renuncia a sus pretensiones en el Sahara occidental en 1979. Repliegue que permite a los saharauis centrar todas sus fuerzas en combatir a su más potente enemigo, Marruecos. Pero el equilibrio de fuerzas comienza a invertirse con la construcción de los muros tras los que se atrinchera Marruecos, dificultando las incursiones y efectividad de la guerrilla saharaui. El avance militar marroquí se consolida en lo que se considera el Sáhara útil; esto es, donde se encuentran sus principales recursos naturales: fosfatos, pesca y, según algunas prospecciones, petróleo y gas natural.

La indefinida prolongación del statu quo pareció animar la tregua alcanzada en 1991. El reemplazo de las armas por la vía político-diplomática no fue ajeno a los cambios operados en la estructura de poder del sistema internacional con el fin de la Guerra Fría y la desaparición de la URSS; y del subsistema regional magrebí, en particular, la guerra civil larvada en Argelia, principal bastión de apoyo de los saharauis. Desde entonces, las conversaciones entre el Polisario y Marruecos no han logrado concretarse en ningún acuerdo o avance significativo, pese a los sucesivos planes barajados durante todo este tiempo.





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