miércoles, 25 de marzo de 2009

Alarmante situación del caudal del Tajo entre Toledo y Talavera .



Si bien los condicionamientos propiciados por la sequía estival y el cambio climático pueden considerarse como factores decisivos que influyen en el deterioro de la ya de por sí mermada salud ambiental de nuestro río como consecuencia de la alta carga contaminante que porta desde la desembocadura del Jarama, no es menos cierto que el uso insostenible del agua -en sus múltiples formas posibles- se constituye como el principal riesgo para la conservación integral de este elemento natural tan necesario para la supervivencia de los seres vivos de nuestro entorno (incluido el humano).

Y es que, dejando a un lado la rémora insoslayable que para nuestro río supone el continuo sangrado que le propicia el Trasvase Tajo - Segura, el agua del tramo medio del Tajo, en lugar de funcionar como motor del desarrollo racional (y por tanto sostenible) de las comarcas de La Sagra -Torrijos- Talavera, está funcionando como elemento impulsor de un desarrollismo que tiene en la urbanización y el regadío incontrolados sus principales valedores para la obtención de unos réditos económicos particulares de escasa repercusión en beneficio del conjunto de nuestra sociedad y de severísimo impacto ambiental.

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