La catástrofe se debe en gran parte a que el fuerte movimiento sísmico, cuyo epicentro se ha localizado en el océano Pacífico a un centenar de kilómetros de la costa, ha desatado un tsunami con olas de hasta 10 metros que han penetrado 5 kilómetros tierra adentro y han arrasado cuanto han encontrado a su paso en las provincias del noreste. Según el ministerio de Defensa, solo en la prefectura de Fukushima hay unas 1.800 viviendas destruidas. Y en la vecina prefectura de Miyagi, una de las áreas más afectadas, la policía ha asegurado que hay entre 200 y 300 cadáveres en una playa de la ciudad de Sendai (por lo que el balance policial de víctimas quedaría lejos de la realidad). Las olas han arrastrado barcos tierra adentro y se teme que cuatro trenes costeros de los que no se sabe nada hayan sido engullidos por el mar. Al menos uno de ellos era un convoy de pasajeros que trasladaba a un número indeterminado de personas cuando se perdió su pista. Los transportes se han visto afectados en todo el país, dejando a numerosas personas sin la posibilidad de regresar a sus casas, y los vuelos en el aeropuerto de Narita, el principal de Tokio, se han visto interrumpidos durante horas.
Con el temblor, 11 centrales nucleares han detenido automáticamente su actividad, siguiendo el protocolo de seguridad. El terremoto ha afectado de manera directa a las centrales de Onagawa y Fukushima-Daiichi, donde se han declarado sendos incendios. Aunque el Gobierno asegura que no ha habido fugas, se ha visto obligado a declarar el estado de "emergencia de energía nuclear" porque en esta última había problemas para enfriar un reactor. Eso implica riesgo de una posible fuga, tal y como han advertido los expertos y ha reconocido el Gobierno. Al parecer, una comisión de seguridad, ha detectado un nivel de radiación 1.000 veces superior al normal, según la agencia Kyodio.
Unas 45.000 personas han sido evacuadas de los alrededores de la central de Fukushima-Daiichi, a unos 240 kilómetros al norte de Tokio. El problema allí es que el fallo eléctrico ha detenido el sistema que bombea agua para enfriar el reactor. Aunque el sistema ha quedado restablecido con el traslado de generadores eléctricos, la presión en el edificio de turbinas sobrepasa el nivel para el que fue diseñada y el nivel de radiación ha crecido, según expertos consultados por Reuters. Estos señalan que ambas condiciones podrían producir alguna fuga radiactiva, un riesgo que el Ministerio de Industria ha constatado. El riesgo, según los técnicos, es menor mientras el sistema de enfriamiento siga funcionando.
En las últimas horas la cifra de muertos estimada se situa en 5.000 victimas de las catastrofes naturales que asolan el país, sin embargo habrá de que esperar hasta que la situcion se calme para conocer el número real de fallecidos.
Para finalizar os dejamos con un video en el que podeis ver el impacto del terremoto y el estado en el que ha quedado la costa de Japón tras las inundaciones: